Olvidadas por el tiempo
quedan de nuevo mis palabras.
Solitarias y sin voz
en el azul del mar buscan refugio,
el mar que mi cuerpo un día meció
y acogió a mi aturdida mente.
Olvidadas las sonrisas
que de mis labios prendieron.
Horizontes ya lejanos
que dejamos de explorar.
Olvidados los abrazos
que nos trajo el frío invierno.
Homenajes de caricias
que abrigaron nuestros cuerpos.
Olvidados para siempre
cada uno de los recuerdos.
Como flores ya marchitas
deshojadas por el viento.
Cada hora no pasada,
cada instante no vivido
forma parte de un pasado
que no cumplió su cometido.
Desaliento y amargura
desazonada melancolía.
Tristeza del alma muerta
que descompuso en pedazos su agonía.
Callada quedará mi boca
sellados mis labios por siempre.
No hablará el silencio de derrotas.
Las palabras que broten nuevamente
no serán lamentos ya pasados,
hablarán de esperanza,
de la historia del presente.
Imagen de la red
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