Inútil pensamiento que se agarra al dolor
inútiles horas de oscuro silencio que acompasan el corazón,
devastadora condena que mantiene el alma presa
con la mentira ingenua de ocultar desazón.
Creer por un momento estar libre de tormentos
imposible intento de engañar la razón
cuando se impone el criterio que alberga el corazón
y desoye las voces de la lucha interna.
Creí ser libre de toda emoción
que ya nada turbaba la quietud del pensamiento.
¡Quietud! ¿Dónde se aloja la quietud
que no admite descanso ni argumentos?
No hay quietud en el mar cuando al barco hace naufragar.
No se aquieta el alma cuando le privan de libertad.
Solo en sueños puedo alar mis pensamientos,
dar vida y forma a mi realidad
y sosegar el corazón sin razonamiento.
Y me creí libre sin soñar
y creí que no quedaba más condena que cumplir
y me olvidé que sólo en sueños hay libertad.
Libre para recrear, libre para no pensar.
En libertad para gozar, libre para amar... sin condición ni dueño.
Imagen de la red
Querida Marina, me trastoca el alma leer esta melancolía que impera hoy en tus versos. Libre somos sólo en sueños. Imposible escapar a una realidad que da la razón y la niega el corazón.
ResponderEliminarHermoso y doloroso poema amiga de mi corazón.
Un abrazo fuerte y besitos para ti.
Porque hay momentos en que el alma está realmente trastocada y la mente y el corazón continúan en conflicto. A través de los sueños nos liberamos y damos rienda suelta a otra realidad. Sólo en nuestros sueños volamos en libertad. Ese era hoy mi sentir. Gracias por tu presencia y palabras mi querida Viviana. Todos los besos y abrazos para ti amiga.
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