Sin control navego perdida en mi mundo de sombras.
Comprimido, mi corazón se sobresalta
y me sorprende el alba empapada entre sudor y lágrimas.
Exudación de impotencia por vivir esclava en las cadenas de tu recuerdo.
Huyó la voluntad de mi cuerpo con la memoria de tus besos en mi boca.
Se alejó de mí en el mismo instante que tus manos acariciaron mi cuerpo.
Sucumbí a la explosión de fuego envuelta en las brasas de tus llamas.
Angustiosa tortura que el alma perturba con insistencia.
Contrarían mis sentimientos a la razón,
mas ¿qué sabe ella sobre el amor si desoye todo sentimiento?
No admite argumentos el corazón cuando aún herido es amor lo que siente.
¡Demoledora impotencia por mantener emociones contradictorias!
¿Cuál es el antídoto capaz de extirpar de raíz la afilada daga que mi corazón atraviesa?
que dejó mi alma herida de muerte con su fría estocada.
¿Cómo desconectar al corazón de su latido si es el latir de amor que lo mantiene vivo?
Sin control me hallo por muchos falsos adioses que mi mente invente.
Sentimiento incontrolado que me une a un instante que en el recuerdo perdura.
Irónico desatino que escapa a las normas que la razón imparte.
Insólita brevedad de infinita intensidad,
se resistió el amor a ver la luz del sol y murió de madrugada.
Comprimido aliento al contemplar el sudario en que quedó envuelto.
Amor, que mi piel marcaste a fuego con tu huella, doloroso tatuaje,
que por más que quiera arrancarte las raíces en mi alma se mantienen.
Amor, imborrable es tu nombre y en mi pensamiento persiste,
no se ahoga ni se apaga tu recuerdo en mi silencio ni en mis noches,
no consigo desterrarte de mi alma, ni dejar de amarte ni extrañarte,
ni consigo llenar el inmenso vacío que mi alma siente por tu ausencia.
No consigo deshacer el yugo que me esclaviza a tu recuerdo con insistencia.
Insólita brevedad de infinita intensidad,
se resistió el amor a ver la luz del sol y murió de madrugada.
Comprimido aliento al contemplar el sudario en que quedó envuelto.
Amor, que mi piel marcaste a fuego con tu huella, doloroso tatuaje,
que por más que quiera arrancarte las raíces en mi alma se mantienen.
Amor, imborrable es tu nombre y en mi pensamiento persiste,
no se ahoga ni se apaga tu recuerdo en mi silencio ni en mis noches,
no consigo desterrarte de mi alma, ni dejar de amarte ni extrañarte,
ni consigo llenar el inmenso vacío que mi alma siente por tu ausencia.
No consigo deshacer el yugo que me esclaviza a tu recuerdo con insistencia.
Imagen de la red
Precioso poema. Lo voy a compartir en facebook. Si te parece que no corresponde me lo dices y lo quito. Buenas noches y buen domingo.
ResponderEliminarSin ningún problema Malania. Lo puedes compartir, claro que sí amiga, en todo caso, me siento agradecida por ello. Gracias por tus palabras amiga, que tengas un bonito domingo. Besos y abrazos miles!!!
EliminarUna joya de arte. Cualquier adjetivo que utilice sería para no saber definir el gran poema que nos describes, Marina. Estupenda forma de describir emociones a raudales.
ResponderEliminarBesiños de luz y buen comienzo de semana, querida amiga.
Mi querido amigo, gracias infinitas por tu generosidad para con mis humildes letras, son de gran aliento para mí. Un gran abrazo Joaquín, buen comienzo de semana para ti también!!!
EliminarGran poema el que nos compartes Marina Collado, está repleto de emociones, impresionante, me ha encantado.
ResponderEliminarTe mando un abrazo, feliz tarde.
Mucha gracias Carmen, me alegra que haya sido de tu agrado. Sí esas emociones que se contraponen y están siempre en continuo dilema con el razonamiento...Gracias de nuevo querida amiga por tus palabras. Abrazos miles y feliz tarde también para ti.
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